domingo, 30 de noviembre de 2014

lagunillas entre nubes

Y henos aquí de nuevo, el dia estaba nublado, ya llovia, pero las ganas de caminar y subir lagunillas eran mas fuertes, aunque en algún momento, las nubes nos cubrían densamente, y pensamos en volver, confiamos en que mas arriba, se despejaría un poco y la montaña nos dejaría caminar por su regazo, y así fue, tras caminar poco mas de una hora por un suave sendero, nos hayamos, en la  encrucijada que daba vuelta el camino y no permitía ver la senda que serpenteaba hacia el morro de las tórtolas, las nubes, se levantaron un poco y a ratos volvían a cubrirnos, decidimos seguir subiendo hasta una saliente llamada punta del águila, un poco antes del morro las tórtolas, las nubes se hacían mas densas, y tímidas gotas de lluvia comenzaban a precipitarse,  logramos nuestro objetivo a las 13;00 horas,  despues de la sesìon de fotos, comenzamos el descenso, lloviznaba levemente, y las nubes nos envolvia en humedo manto blanco... a pesar de todo, fue un día genial, fascinante, personalmente, necesitaba esa caminata para calmar y relajar el alma


domingo, 5 de octubre de 2014

Cerro Provincia... un clásico...

Quizás los cerros mas queridos, son esos clásicos, difícil de olvidar, visitados una y otra vez, siempre buscando algo nuevo que ver, ... si, es cierto, es contradictorio, los cerros siempre están ahí, sin cambios físicos, a no ser que hayan sido victimas de algún terremoto... pero siempre nos dan algo nuevo, aromas, paisajes, silencios, rumores del viento... sensaciones que no se pueden explicar pero si disfrutar.

He perdido la cuenta de las veces que he visitado los senderos del cerro Provincia, 5, 10, 20, 50 veces, no lo se, no lo recuerdo, pero cada vez que se me ocurre recorrer sus sendas, siempre siento que hay paisajes nuevos, mas verdes, o amarillentos como el oro, o marrones como la tierra húmeda, y es que algo me invita a sustraerme del mundo para caminar, oler, contemplar cada recoveco de esos senderos, cada  color de esos arboles y arbustos, cactus, oír cada trino de pájaros, gorriones, Turcas, ver sobrevolar muy alto algún cóndor, o aguilucho pasando veloz sobre las cumbres de lomas y riscos. esta vez no fue la excepción, fue un domingo genial, tranquilo, aunque la niebla no nos permitió seguir a la cumbre, tras una mañana fria, un tímido sol nos acompaño en el descenso, la nube blanca quedo arriba, como un manto cubriendo la cima, bajamos lerdos, sin apuro, pensando en el regreso, y poder visitar la rocas mas alta de esa montaña...

No fue un ascenso fallido, solo fue una visita cortes, porque el solo pasear y respirar ese aire húmedo , refrescante, fue suficiente para decir que fue un domingo genial, en el cerro provincia....



foto de Marcelo Herrera



foto de Marcelo Herrera
foto de Marcelo Herrera













foto de Marcelo Herrera



foto de Marcelo Herrera

foto de Marcelo Herrera





Amigos de aventuras:
Mauricio Fernandez, Marcelo Herrera, Carolina Gonzalez, Vanessa Campillay, Andres Muñoz y  Jose Figueroa Sanchez, un servidor.....


domingo, 21 de septiembre de 2014

Cerro Canoitas

Subir un cerro nos es solo un ejercicio extremo, es también liberar el alma y relajar el espíritu, para retar a nuestro cuerpo a vencer las alturas cordilleranas. Personalmente me inquieta cuando pasa mucho tiempo y no visito las montañas, un cosquilleo en los pies, un estrés palpitante, son las señales que me dicen que la unica forma de aliviar mi existencia es tomar la mochila y buscar algún cerro que sea digno de recorrer, visitar, disfrutar, contemplar, asimilar en nuestro interior esa extraña esencia que nos dice que estamos vivos, que tenemos una sola vida, que nacer, crecer y morir sin empaparnos de la naturaleza, es haber vivido una existencia vacía, sin alma, sin alegría... la montaña es quizás el único lugar que me quita la depre, el estrés y reaviva las ganas de existir... bueno esta introspectiva introducción es para relatarles en pocas palabras la excursión que realizamos con mis amigos de siempre, Mauricio Fernández, Juan Carlos Bustos solo Falto Marcelo Herrera...sera para otra oportunidad.
LOS AMIGOS DE SIEMPRE...



Ha pasado mucho tiempo de la ascención al cerro Vega  con Mauricio,  cuya historia no he relatado en este blog, (ya la contare)... Ahora veremos y conoceremos un cerro muy poco visitado, algo desconocido, el Cerro Canoitas...



Para conocer al cerro Canoitas, se debe llegar a la bifurcación que divide el camino hacia Farellones y el que lleva a la mina Los Bronces. Desde este punto se conduce 6 kilómetros hacia el norte, pasando una subestación eléctrica hasta una animita, ubicada al lado oeste del camino, el sendero principal se halla a unos 5 metros de esta animita.


JOSE FIGUEROA SANCHEZ

El sendero sube algunos metros hacia el norte, luego dobla hacia sur que nos hace caminar unos 20 minutos en paralelo al camino, terminado esta fracción del sendero se vira hacia el oeste por una senda que serpentea hasta  un punto en que nos obliga a seguir en dirección sur oeste, lomas suaves y al final una meseta algo empinada nos llevara a  por un filo de mediana dificultad... tras 4 horas de entretenida ascencion se llega a la cumbre de 2600 msnm aproximadamente, una cumbre casi plana, desde donde se puede ver el Cerro El Plomo por el Este, tambien el leonera, mirando hacia sur-este, la Localidad de La Parva, Farellones, El Colorado, si miramos al sur, imponente el cerro San Ramon y Punta de Damas, en la misma direccion pero mirando hacia abajo con vista a Santiago, se aprecia el cordon que lleva al cerro Pochoco, pasando por Loma De Vaca.

JUAN CARLOS BUSTOS

MAURICIO FERNANDEZ

LOMA ANTES DE LA MESETA ANTECUMBRE 12:30 HRAS


MAURICIO Y JUAN EN MESETA PEDREGOSA, ANTECUMBRE SON LAS 13 HORAS 


A METROS DE LA CUMBRE 14 HORAS
NOS ENCONTRAMOS CON DOS NUEVOS AMIGOS JOSE Y PIA, QUE TAMBIEN LLEGARON A LA CUMBRE DESPUES DE REALIZAR UNA TRAVESIA DESDE EL CERRO POCHOCO HASTA EL CANOITA ...IMPRESIONATE... FELICIDADES 


Un cerro con la dificultad parecida a la del Provincia, tal vez menor, pero muy gratificante, de hermosas lomas, colores verdosos, terroso, y al final medianamente pedregoso... como sea, fue una ascención genial, ... como para repetirla tal vez con nieve... si pensamos en visitarlo en verano, creo que seria muy árido, caluroso... bueno es parte de la aventura...

EN LA CUMBRE (Foto: Mauricio Fernandez)


Sello del Instituto Geografico Militar (Foto: Mauricio Fernandez)


sábado, 10 de diciembre de 2011

Caminata al morado

Excursion a Baños Morales...





En esa extraña voluntad de buscar una forma de vida que sea acorde con nuestra forma de ser, encontré el andinismo, no soy un gran montañista, pero le hago empeño, a veces hay momentos que son especiales, y que nos permiten apreciar la amistad y la familia como concepto universal. Lo comprobé y lo viví este Viernes 9 de Diciembre, Marcelo Herrera me invita a una excursion junto a su familia, ellas son Macarena su esposa y su adorable hija Colomba, un angelito que me llenaría el día, como si fuera parte de mi familia.

Después de un viaje de tres horas a la localidad de Baños Morales en el Cajón del Maipo, llegamos al puesto de Control de la CONAF, en el interior del parque de montaña del MONUMENTO DEL MORADO, nuestras intención era una caminata que nos llevaría a una laguna muy cerca del glaciar el morado, a una altura de 2.385 msnm, La novedad era que esta vez iría con nosotros la montañera mas joven que he conocido, Colomba, quien comodamente sentada en su mochila de niños, su padre marcelo estoicamente la cargo hasta nuestro objetivo a 6 kilómetros del puesto de la CONAF, (eso es ser un padre abnegado) Macarena la mama nos seguiría un poco mas atrás y este servidor seria el documentalista de esta especial aventura.
El día estaba despejado cuando llegamos, pero a medida que subíamos unas blancas y tupidas nubes comenzaron a cubrir el cielo, eso hacia mas fresca la caminata, el paisaje era formidable, un rió marrón se precipitaba sinuosamente desde lo alto del glaciar, con un atronador ruido que sorprendía mucho a Colomba, quien buscaba extasiada de donde venia tan raro ruido.

Siendo la 14;30 hrs. ya estábamos a medio camino, pero macarena se sentía muy cansada y disidió quedarse en un sector del sendero con Colomba a la cual el sueño había vencido.

Con Marcelo seguimos hasta la laguna y después de descansar y unas cuantas fotos, comenzamos el regreso, encontrándonos con Macarena y Colombra que ya estaba despertando de su siesta, comimos algo, aguita, jugo y seguimos bajando. Entre cantos y juegos Colomba fue la que dirigio alegremente la bajada...
Siendo las 16:50 Hrs. ya estábamos en el puesto de la CONAF, Colomba se veía muy contenta, feliz, y seguía balbuceando palabras refiriéndose al rió y a los caballos que se veían a lo lejos.

Fue un excursión genial
Gracias por la invitacion y compartir este dia tan formidable...



domingo, 4 de diciembre de 2011

El Purgatorio de nuevo...






Y volví al Purgatorio (que masoquista) al cerro Purgatorio, puedo decir que soy uno de los que va y viene del purgatorio, sin ir ni al cielo ni al infierno
Pero vamos al relato. El Sábado anterior tras una acalorada ascensión, no pudimos hacer cumbre en este cerro, algunos problemas técnicos y otras “yerbas” lo impidieron, pero la montaña me llama (ni que fuera cierto antiguo político) y estaba decidido a visitar su cumbre, esta vez invite a otro amigo montañero, con el cual emprendimos la caminata, una caminata polvorienta, tórrida, a ratos fresca, pero extrañamente gratificante, el amplio bosque de espinos y otros raros arboles no custodiaban mientras entra charla, devorábamos el sendero lentamente, paso a paso, respirando exhalando ese raro aire saturado de oxigeno, de pronto la vista de lejanas y cercanas montañas inundaron nuestros sentidos, el calor el cansancio la sed o el hambre que producía esa ascensión, pasaban a segundo lugar al ver tal belleza de cumbres, algunas aun blanqueadas otras con sus faldas verde oliva, o tras de rocas grises.
Todo iba bien, la mañana fresca, una leve brisa nos acompañaba, en lo alto uno que otro aguilucho cóndor merodeaba su territorio, todo bien, pasamos la primera planicie luego la segunda hasta llegar al primer portezuelo que nos hace cambiar de dirección hacia el norte, para comenzar a subir por el filo tradicional, no obstante, vimos otro sendero por el lado sur del filo que creímos nos evitaría subir los morros que anteceden a la meseta principal. Feo error, en cierta forma no permitió avanzar sin mucho esfuerzo de piernas, pero sin darnos cuenta, bajamos más que subimos, y en un rato de descanso decidimos comenzar a remontar la empinada ladera, eligiendo una quebrada rocosa otrora caída de agua, el esfuerzo se duplico, y sin ser vanidoso, lo disfrute, en realidad siempre disfruto subir la montaña, sin importar el esfuerzo que esto signifique, mientras subo, trato de quemar no solo la grasa corporal, sino también los malos pensamientos, las frustraciones, y esos imposibles que nos agobian cada dia. Mi compañero Mauricio me seguía de cerca, algo agotado y adolorido de una rodilla, eso presagiaba otro final distinto de la excursión, pues también llevaba un polizón en la rodilla derecha, un dolor ínfimo, pero que seria un problema mas adelante.
La quebrada nos llevo a poca distancia de la meseta principal, Mauricio algo agotado llego minutos después, mi obsesión por seguir era tanta que, decidí violar una regla de seguridad muy importante del andinismo, le dije a Mauricio que quería seguir, me pregunto si me esperaba o no, le dije si así lo quería o sino que bajara, se veía muy agotado. Mauricio asintió, nos despedimos y seguí la caminata, hacia la meseta principal, mire hacia mi derecha y vi el verdadero sendero que el sábado anterior había marcado con piedras y me adentre en el eran las 13:00 hrs, aproximadamente, me había fijado un hora de retorno, si no tocaba la cumbre a las tres, daría media vuelta y comenzaría el descenso. La primera parte del sendero subía y bajaba por tenues montículos, hasta que al dar la vuelta a un filo vertical, me encontré con el verdadero problema, una ladera de más de 100 metros, con inclinación de por lo menos 70 grados, tapizada de un ancho y pedregoso acarreo, respire profundo a ratos miraba hacia atrás para ver si mi amigo se había decidido a subir, me sentía solo, cansado, el calor era agobiante, pero lejano y claro podía ver la cumbre del Purgatorio.
El sol estaba en lo alto, y comencé a sentir fatiga, me detuve para hidratarme y comer algo, tome los binoculares y escudriñe los alrededores, se veían geniales las cumbre adyacentes, las laderas verdosas, el valle fértil, ver eso me hacia soslayar el dolor que palpitaba en mi rodilla derecha, luego una mirada hacia la senda recorrida con la esperanza de ver aparecer a mi compañero, pero nada. Me levante rellene la cantimplora y seguí la ascensión, me concentre en buscar el camino que se camuflaba entra las piedras, hasta que sin darme cuenta, lo estaba recorriendo, miraba hacia lo alto de la ladera, manteniendo la vista del último portezuelo que me llevaría a la cumbre, daba un paso, ya las piedras se movían incesante bajo mis pies, era agotador. Pero al fin el portezuelo, desde allí podía ver el camino hacia el cajón del Maipo por el norte y por la subida hecha un gran valle verde, a lo lejos creo que se veía el cerro papagayo, no estoy seguro, no lo he visitado, ojala pueda hacerlo pronto.
Eran las 14:10 horas, tenía tiempo suficiente para intentar la cumbre, el calor era sofocante, por suerte a esa altura siempre hay un brisa constante que pulula por las quebradas.
Estaba a los pies de la ante cumbre, un empinado macizo, que me daría algo de problemas con mi adolorida rodilla. Pero estaba muy cerca para renunciar, di la última mirada hacia el camino recorrido esperando ver a Mauricio, a esa hora, ya había perdido la esperanza, era seguro que había comenzado a bajar.
Comencé a subir, un último esfuerzo, el camino culebrea a medio cerro, la cumbre se esconde y yo la busco y la sigo, piedras y mas piedras, subir y bajar montículos de rocas, mi rodilla duele, pero la montaña me cuida y me alienta, en un momento levanto la mira y la veo, allí un risco plano, con una antena de no se que en su lado norte, saque mi cámara y la puse en modo de video, y grave ese momento, luego toque el plano de la cumbre, el rito tradicional es el abrazo a compañero de ascensión, pero estaba solo, a 2.485 msnm, el viento y el sol en la cara, levanta mis manos con los bastones y grite “cumbre, cumbre”.
Estaba contento, la rodilla descaso, eran las 15: 12 hrs. Debía descansar y relajarme, comer, hidratarme porque me esperaba el descenso. Según las estadísticas el 70% de los accidentes, son de bajada, y hace dos años, lo comprobé con una rodada que fracturo mi muñeca derecha, y magullo mi hombro, me alejo muchos meses de la montaña y cambio mi percepción de la seguridad de las bajadas, ahora me enfrentaría a un descenso en solitario, pues mas tarde comprobaría que Mauricio ya había descendido y me llamaba por celular del paradero de buses.
Después de comer, y relajarme, grave una panorámica de lo que se ve desde la cumbre y sus alrededores, mire hacia abajo y vi lo que me esperaba, bueno la experiencia y el entrenamiento nos prepara para esto, así que ordene mi mochila rellene mi cantimplora con agua y me despedí de un cóndor que revoloteaba sobre mi posición.
El descenso fue lento, algo doloroso, en un descanso saque mi botiquín y me tome dos diclofenaco, me puse una rodillera, sin ante frotarme una crema de lertus en la rotula y su contorno, agua, unas almendras y seguí bajando, era una tarde genial, adolorido y cansado pero era genial.
Por suerte de bajada el sendero se veía mas claro, empinado pero más despejado, al salir bajo la meseta principal, mire donde había quedado mi compañero, ya se había marchado, minutos después me llama por teléfono desde el paradero de buses, nos volvimos despedir, y seguí mi solitario camino, rellene por última vez mi cantimplora, y disfrute como niño chico la caminata.
La montaña me regalo su cumbre como una madre le da a su bebe su milagrosa leche, quede en paz.

Participantes
Mauricio Fernandez Cárcamo
Jose Figueroa Sánchez

domingo, 27 de noviembre de 2011

Desintoxicar el alma en el Puragtorio




Cuando estoy algo dudoso de la existencia inercial de la vida o alguna pena me agobia, tomo mi mochila y abandono esta ciudad bulliciosa y nociva y subo la montaña, allá arriba cerca entre la tierra y los dioses, purgo las culpas, y me siento menos abandonado, los creyentes dicen que entre el cielo y la tierra esta e

l purgatorio, donde se espera el perdón divino para entrar al edén, este sábado subi al purgatorio, al Cerro Purgatorio, calor, viento, naturaleza, silencio... que mejor para renovar el alma, y desintoxicarse de las vicisitudes de la vida cotidiana, a 2.000 metros de altura me senté a los pies de un árbol, y respire profundo, créanme, no quería bajar, solo tenderme y

como dijo el poeta


“Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido...”




Este cerro es agreste caluroso, hay que estar en forma, o dispuesto a sufrir sus obtaculos, una caminata larga, entre un frondoso bosque, cuyo sendero culebrea sinuoso, caprichoso entre arbustos y añosos arboles, la vista es magnifica desde cualquier angulo, al llegar a una alta meseta, hay dos formas de llegar a la antecumbre a 2458 msnm, una de ellas es escalando esa rocosa y comprometedora meseta, o rodearla por un sendero que se extiende accidentalmente por la cara sur de la meseta, este sube y baja, al final, se empina en un agudo angulo hasta un curavado portezuelo, desde alli, la antecumbre se ve majestusa, recia, rocosa, invitando a un ascenso desafiante hasta la cumbre mis de este cerro... Porque "Purgatorio", no tengo idea, pero subir este cerro en primavera o verano, es purgar hasta el mas minimo pecado, pero una vez entre sus planicie amarillentas, y arbustos verdosos, el eden, ya no se añora tanto...

Participantes:

Juan Carlos Bustos

Jose Figueroa

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